Cada uno de nosotros sueña con conseguir un buen empleo. Todos queremos tener un trabajo en donde el ambiente sea bueno, en el que podemos mejorar nuestro conocimiento y experiencia y donde podamos desarrollar nuestra carrera profesional. Pero, ¿qué sucede después de pasados unos seis meses que estamos en el trabajo? Pues muchas veces caemos en la rutina y nos empezamos a quejar de nuestras obligaciones y nuestras tareas nos parecen como mínimo aburridas. Se suden los conflictos internos, las relaciones con los compañeros se vuelven tensas y el gusto por el trabajo va mermando día a día y también lo hace nuestra productividad. El resultado final es que no somos felices con lo que hacemos pero tampoco podemos tirar la toalla y renunciar hoy mismo, lo que si podemos hacer es intentar mejorar nuestro entorno y nuestra actitud.
1. Sé Optimista
Ten una actitud positiva hacia el trabajo que haces. Enfócate en los aspectos positivos de la tarea. Cree firmemente que eres capaz de hacer cualquier trabajo perfectamente.
El inicio del 2013, que mejor momento para empezar a ser valientes!.. Es hora de dejar de buscar la felicidad «ahí fuera» y empezar a mirar dentro de uno mismo porque ahí descubriremos el potencial para alcanzar la verdadera felicidad.
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente «revolcándose» en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.